Día 18: Isaías 1:11-20

Lea Isaías 1:11-20 → tus labios me reconocen, pero tus acciones hacen lo contrario. Esto concuerda con los fariseos que decían que no se debía sanar en sábado. Realizaban rituales, pero no comprendían el significado profundo de tales mandamientos.

Información útil:

  • Dios habla mucho en esta reprimenda sobre los rituales, las ofrendas y los actos simbólicos en general que les había ordenado en el pasado. Estos actos estaban destinados a ser recordatorios constantes para el pueblo de la fidelidad de Dios. No solo eso, sino que estos actos estaban destinados a ser adoración a Él.

  • Sin embargo, parece dejar clara una cosa que es muy importante: más que cualquiera de estos actos, Él se deleita en que su pueblo muestre misericordia, justicia, extienda la mano a los oprimidos y marginados, y ame a su prójimo.

Preguntas para reflexionar:

  • El pueblo de Israel era excelente en la realización perfecta de estos rituales de recuerdo y adoración, pero olvidaba lo más importante: el amor sacrificial, la justicia, la misericordia, etc. ¿Cuáles son los equivalentes modernos de estos «rituales» que realizan los cristianos hoy en día? Escríbalos.

  • Algunos de estos equivalentes hoy en día serían: ir a la iglesia los domingos, asistir a estudios bíblicos, publicar versículos de la Biblia en las redes sociales, practicar la Cuaresma, etc. Sin duda, estas son buenas prácticas con la actitud correcta. ¿Cómo puede el cristiano moderno caer en el mismo error que cometió el pueblo de Dios en Isaías 1?

  • ¿Caes en el mismo pecado que estos israelitas, en el que haces «cosas cristianas», pero te pierdes las cosas más importantes, como honrar a tu cónyuge y a tus hijos, amar a los oprimidos y poner a los demás por encima de ti mismo? Sé específico: ¿en qué áreas de tu vida te cuesta más esto? Escríbelas.

  • Tómate entre 10 y 15 minutos para orar por la siguiente lista:

    • Confiesa al Señor tus fallos en esto.

    • Pídele que te muestre otras áreas en las que puedas estar ciego al pecado de esta naturaleza.

    • Pídele que forme la vida de Jesús dentro de ti, para que Él te ayude a obedecerle en estas áreas en las que luchas.

P.D.: No olvides que Dios mismo vive dentro de ti si te has arrepentido de tu pecado y has confiado en Jesús. ¡Tú puedes hacerlo!

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